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miércoles, 11 de julio de 2012

Me acuerdo de ti

Querida abuela,
Hace ya más de dos años que no te veo y tengo muchas cosas que contarte. La última conversación que mantuvimos fue demasiado corta, aunque creo que, de haber tenido días, también me hubiera parecido poco. Qué difíciles son las despedidas y más por teléfono, como me tocó a mí despedirme de ti. Quizá por eso se hace más complicado aceptar la realidad.
El último día que hablamos estaba embarazada, a punto de salir de cuentas, me quedaba poco más de una semana. Ese fue el motivo de no poder ir a verte, demasiados kilómetros en mi estado. Qué extraña puede llegar a ser la vida, tres días después de irte tú, nacía Lucía. Como un acontecimiento tan doloroso puede llegar a quedar ligeramente rebajado por un motivo tan maravilloso. Tres días es muy poco tiempo para asumir tantos cambios…
Quería ponerte un poco al día de todos los acontecimientos que han ocurrido en la familia. Siempre que nos veíamos, cuando ya me despedía de ti, te decía que le dijeras adiós a tu biznieta y tú siempre me acariciabas la tripa y decías: “Adiós Lucía, adiós. Sal prontito que tengo muchas ganas de verte”. Al final, no llegó a tiempo… ¡¡por tan poco!! Así que quería presentártela. Esta es Lucía:


 
Aquí era el día de su cumpleaños, el día que hacía dos añitos. Es muy lista, abuela, creo que te gustaría mucho. Tiene sus cosas, imagino que como cualquier otro niño de su edad. Lleva ya un tiempo  que a cualquier cosa que le digo me contesta con un “no” y eso, he de reconocer, hay veces que me saca de mis casillas. Y no veas cómo habla, no se la entiende la mayor parte de las veces, pero no para de chapurrear en todo el día. Y nos mete unas charlas impresionantes cuando quiere que hagamos algo. Tendrías que verla cuando quiere conseguir alguna cosa, por ejemplo, chocolate. Es graciosísima, porque me dice: “un poquito mamá, ¿vale?, solo un poquito, mañana, más”. Te encantaría escucharla, casi puedo ver cómo te reirías con estas cosas.
La apuntamos a la guardería cuando ya terminaba mi excedencia, con siete mesecillos, pero tuvimos que sacarla porque estaba todo el día enferma. Así que ha sido mamá quién se ha encargado de cuidarla durante algo más de un año. Tienen una relación buenísima, mi madre la adora y Lucía, cuando está con su abuela, no hay nadie más en el mundo. Eso me hace muy feliz, porque sé que mi hija tendrá una unión muy especial con su abuela y sé lo importante que es eso, porque, afortunadamente, yo también la he tenido. Tendrá recuerdos de paseos dados con su abuela, de juegos, de anécdotas y eso lo llevará siempre con ella. Recordará también cuando su abuelo le abanicaba la comida para que se enfriara o de la cantidad de fotos que le hacía, igual que yo recuerdo los paseos que daba con el abuelo o cuando me enseñó (o al menos trató de hacerlo) el abecedario.
Qué buena hija has tenido, abuela, debes sentirte muy orgullosa de ella. Es una magnífica madre y una abuela increíble. Solo espero haber heredado esas cualidades.

¿Sabes lo que sí he hecho y sigo haciendo? Dar el pecho. Mi madre siempre me decía que tú les diste el pecho a tus cinco hijos y que a ella se lo diste hasta los dos años. Dice que tenías leche para tus hijos y para los de las demás, jejeje. En eso nos parecemos, es más, yo sigo dándole el pecho a Lucía y tiene ya 27 meses.

En julio del año pasado Javi y yo nos casamos. Fue una ceremonia muy bonita realizada en un jardín precioso. No fue por la iglesia, lo siento abuela, aunque estoy segura de que no te habría importado. Tu hija iba guapísima y tu nieta tampoco estaba mal, para qué nos vamos a engañar. Me hacías falta ese día, en realidad, me hacíais falta los dos, pero os llevaba conmigo, así que, en cierto modo, estabais allí, ¿no?

Y, bueno, ahora quería presentarte a tu otro biznieto, Darío. Sí, abuela, tengo otro hijo, pero de este te había hablado ya. Recuerdo cuando fuimos al pueblo a finales de octubre y te pedi que, por favor, el bebé estuviera sano y que todo fuera bien. Tengo que decirte que, aunque el embarazo fue movidito, con muchas pruebas y preocupaciones (aunque yo quisiera quitarle importancia a la cosa), mi hijo es un niño sano y precioso.  Nació el 11 de mayo, tuvieron que provocarme el parto porque no estaba creciendo mucho. Pesó 2700 y midió 46 centímetros, pero a los pocos días ya pesaba más de tres kilos y había crecido tres centímetros, así que estamos muy contentos. Aquí le tienes:
Dicen que él se parece más a la familia materna, Lucía es que es igual que Javi, pero Darío es más morenito y tiene la carita diferente, creo que sí se parecerá más a nuestra familia, ya veremos, yo de momento soy incapaz de sacar parecidos, aunque más de uno me ha dicho que se parece a Miguel.
Hoy cumple ya dos mesecitos y sigue portándose genial, duerme bastante (al menos, a mi me lo parece, porque Lucía duerme y dormía poquísimo), no llora y es simpático como él solo. Lucía no lo lleva mal del todo, aunque supongo que algunos de sus berrinches se deben a la nueva situación y a que no puedo prestarle toda la atención que quiere cuando ella quiere. Pero bueno, estoy contenta porque no parece que esté teniendo muchos celos, ya veremos cómo va la cosa más adelante.

Miguel está muy bien, terminó sus estudios e hizo las prácticas en la empresa en la que trabajamos Javi y yo y, tras terminarlas, le contrataron, así que es nuestro nuevo compañero. Se hace un poco raro eso de saber que está trabajando con nosotros, pero estamos todos muy orgullosos de él. Y él está encantado, que es lo importante. De momento yo estoy de baja maternal, pero cuando me incorpore, estaré encantada de tener a mi hermanito cerca.
Y estas son las buenas noticias que tenía que contarte. Pero tengo muchos planes para el futuro, abuela, muchos cambios que quiero hacer en mi vida y seguro que estarás conmigo en todos ellos. Me acuerdo de ti cada día y quería decírtelo, no podía dejar pasar más tiempo sin hacerlo.

Te quiere,
Tu nieta.

martes, 12 de junio de 2012

El embarazo tras una pérdida gestacional

Quería transmitir aquí el artículo escrito por Diana Sánchez para Tu Bebé, en el que habla del embarazo tras un aborto. Tengo que ponerlo en imágenes pues es un documento pdf, si hay problemas para verlo correctamente, lo paso a un documento word como sea y lo añado de nuevo como entrada.



martes, 5 de junio de 2012

¿Dónde dar a luz? Puntos a tener en cuenta


Cuando nos quedamos embarazadas, una de las decisiones que hay que tomar es el hospital o clínica donde vamos a dar a luz. Con esta entrada lo que quiero exponer son una serie de puntos a tener en cuenta para decidir dónde vamos a traer al mundo a nuestro bebé. Como todo, es una opinión personal, pero creo que son puntos importantes. Tras dos partos, he podido comparar los protocolos de actuación de una clínica privada y de un hospital público amigo de los niños y las diferencias son abismales.

Es posible que una madre primeriza no sepa cómo quiere que sea su parto, sus expectativas son bajas y, seguramente, lo único que piensa es que los médicos hagan lo que tengan que hacer para que su bebé nazca bien. Si en el círculo de amistades no ha habido experiencias con las que comparar, lo más probable es que la mamá que se enfrenta por primera vez a este proceso las únicas opiniones y experiencias que tenga sean las de madres, tías o abuelas y hace treinta años las cosas eran muy diferentes a como son ahora. Lo que antes se consideraba normal ahora no está recomendado por las organizaciones oficiales.

Bien, estos son los aspectos que, considero, se deben examinar a la hora de elegir hospital:

-          Episiotomía, rasurado y enema. Esto es un pack que normalmente se suele aplicar a la madre primeriza. ¿La razón? Lo ignoro, porque realmente no es necesario. En muchas clínicas es algo que se realiza por protocolo, no por necesidad, y sin informar a la madre de por qué se hace. En las clases de preparación al parto a las que asistí en mi primer embarazo, un matrón nos comentó que se ponía el enema para vaciar lo máximo posible toda la zona, para dejar hueco y que, llegado el momento del expulsivo, el bebé no acabara lleno de “porquería”, ya me entendéis. Que el rasurado se hacía por higiene, para que a la hora de hacer la episiotomía toda la zona quedara lo más limpia posible. Y que la episiotomía era algo necesario para evitar posibles desgarros, que siempre era mejor hacer un corte controlado que un desgarro que podía ir en cualquier dirección. Yo salí de aquella clase totalmente convencida de que eso era así, si me lo decía un profesional, por algo sería. Qué equivocada estaba, madre mía. El enema no es ni mucho menos necesario. En mi primer parto me lo pusieron porque sí, en realidad ni siquiera me habían preguntado qué tal iba al baño. Es más, si algo me ha caracterizado siempre es que suelo ir con la tripa bastante sueltecilla, vamos, que no necesitaba algo que me ayudara a ir más al baño. En este parto, no me lo han puesto y mi niño no ha nacido lleno de “porquería”. El rasurado, por suerte, no me lo realizaron en ninguno de los dos embarazos, no me quiero ni imaginar cómo debe ser que te crezca el pelo en una zona que tiene puntos, ¡¡¡con lo que eso pica!!! Y con respecto a la episiotomía… ni que decir tiene que se emplea de manera indiscriminada la mayor parte de las veces. La OMS recomienda que se realice en un porcentaje muy bajo y solamente cuando sea estrictamente necesario. No sé si en España este porcentaje se triplica. Es una pena. En mi primer parto, el ginecólogo comentó (ni siquiera se dirigía a mi): “vamos a tener que hacer epi, viene con una vuelta de cordón”. En este embarazo, también venía con una vuelta de cordón y no me hicieron episiotomía, así que esa razón carece de sentido. Esta práctica puede conllevar a muchos más problemas que un desgarro. Ni que decir tiene que la recuperación no es la misma con un desgarro que con una episiotomía (por supuesto todo depende del grado de desgarro que se tenga, pero un desgarro siempre será más natural). Tras mi primer parto, no pude sentarme sin sentir dolor hasta pasados 13 días, no podía ir al baño sin tomar antes laxantes y no pude coger a mi hija estando de pie hasta pasados tres o cuatro días, porque el dolor que sentía y las molestias que tenía me lo impedían. En esta ocasión, con un desgarro de grado II, no he tenido ningún dolor, he podido estar con mi hijo desde el primer momento, ducharme sin ayuda, ir al baño sin laxantes, sentarme sin ningún problema ni dolor… una maravilla. Curiosamente, el desgarro que tuve fue justo por donde me hicieron la episiotomía en el parto anterior, qué casualidad.

-          Monitorización fetal en la dilatación. Si el parto es normal, no es inducido, no entiendo por qué hay que monitorizar desde el primer momento a la madre. Esto impide el movimiento y creo que la dilatación es mucho mejor si la madre elige la postura en la que se encuentra más cómoda, si puede pasear, ducharse… en fin, tener cierta libertad de movimientos. En mi primer parto, que era totalmente normal, estuve monitorizada desde el primer momento. En este segundo parto, tuve que estarlo porque fue inducido y tenían que ir controlando cómo respondía el bebé a la medicación. En realidad, es lo único por lo que le veo sentido a la monitorización, para ver si hay sufrimiento fetal y poder actuar en consecuencia.

-          Vía para suero. Esto es algo que también suele hacerse de manera rutinaria. Según entramos en el hospital nos ponen una vía y suero. En mi primer parto fue así, no me dieron nada de comer ni de beber mientras estuve dilatando. Menos mal que fue un parto corto. En esta ocasión también me pusieron una vía, pero no para el suero, sino para la medicación. Pude comer en todo momento hasta que me pusieron la oxitocina. Cuando me la pusieron, la matrona me comentó que sólo podría beber agua, bebidas ricas en sales y zumos que no contuvieran leche (como los Bifrutas). La idea de no poder comer ni beber durante la dilatación entiendo que será por si la cosa termina en cesárea, pero no sé hasta qué punto es necesario no alimentar a la madre. Es más, con el esfuerzo que tendrá que realizar y lo cansado que es dilatar, lo mejor es que tenga fuerzas.

-          Contacto con el bebé desde el nacimiento. Hay clínicas que no dejan al bebé con la madre y esto me parece muy importante. Cuando el bebé nace, donde mejor está, es con su madre, en contacto piel con piel desde el primer momento. Todas las pruebas que hay que hacer al bebé se pueden hacer más tarde, no es necesario realizarlas en los primeros momentos de vida. Además, no hay por qué llevarse al bebé a ningún sitio, todas las pruebas (peso, tamaño, prueba del talón, vacunas, etc) pueden realizarse en presencia de la madre. En mi primer parto, se llevaron a mi niña y sólo me dejaron verla cinco segundos. En esta ocasión, tuve a mi hijo encima desde el primer momento y todas las pruebas y controles los hicieron en mi presencia, es más, algunas de las pruebas las hicieron con el niño mamando o encima de mí.

-          Lactancia precoz. Se recomienda poner al bebé al pecho por primera vez antes de que pase media hora tras el nacimiento. Esto favorece un inicio de la lactancia bueno y sin problemas. Con mi primer parto, no pude poner a mi hija al pecho hasta pasadas tres horas, desconozco la razón. En este caso, pasados los primeros momentos y en cuanto estábamos en la sala de dilatación, mi niño ya estaba enganchado al pecho. Además, los profesionales del hospital deberían estar capacitados para ayudar a la mamá en todo momento si existe algún problema.

-          Existencia de neonatología. Esto es muy importante. No tiene por qué salir nada mal durante el parto, pero de haber alguna complicación, lo mejor es que el centro disponga de un área de neonatología para el cuidado del bebé y que éste se realice de la manera más rápida posible. No sería la primera vez que una mamá se queda ingresada en el centro en el que da a luz mientras su hijo tiene que ser derivado a un hospital que disponga de los mecanismos adecuados para su cuidado. Y eso es una pena.

Bueno, bajo mi punto de vista esto son los aspectos más importantes que hay que evaluar a la hora de decidir el centro donde vamos a dar a luz. Por supuesto, hay muchos más, como la distancia a nuestra casa, si tiene o no habitación individual, pero eso en realidad no dejan de ser comodidades para el después. Claro que también deberíamos tenerlas en cuenta, pero no hay que dejarse llevar sólo por esos aspectos. El parto es una experiencia maravillosa que toda mujer debería poder disfrutar. Todas tenemos unos derechos que deben ser respetados en la medida de lo posible. Esta claro que un parto puede complicarse en un momento dado, pero la mujer debería estar informada en todo momento de las decisiones que se toman, pues no deja de ser su parto y su hijo.

Aquí dejo algunas páginas de consulta:



http://proyectodoula.blogspot.com.es/2007/03/recomendaciones-de-la-oms-para-un-parto.html

viernes, 9 de marzo de 2012

Hospital de Fuenlabrada

En este embarazo lo tengo claro, voy a ir a dar a luz en el Hospital de Fuenlabrada que, además, es el que me corresponde.
Como comenté en la entrada El nacimiento de nuestra pequeña, a toro pasado, me doy cuenta de que no fue un parto como debería haberlo sido y, lo peor de todo no fue lo desatendidos que estuvimos, si no el hecho de que me separaran de mi hija nada más nacer y que no pudiera darle el pecho hasta tres horas después. Como esto no quiero que me vuelva a pasar, iré a este hospital.
Para quien no lo conozca o no lo sepa, el Hospital Universitario de Fuenlabrada fue galardonado por UNICEF como “Hospital Amigo de los Niños”. Esto significa que tiene como protocolo promover la lactancia materna desde el primer momento, favoreciendo a su vez el contacto piel con piel entre el recién nacido y la madre (ahora también en partos por cesárea). Además, fue el primer hospital de la comunidad de Madrid en obtener esta distinción.
Conozco a varias personas que han dado a luz allí y todas las opiniones han sido muy buenas. Aunque también me he encontrado con opiniones negativas navegando por la web, prefiero quedarme con las positivas. Entre las opciones que da a las futuras mamás este hospital está la de poder sacar al bebé, ver el proceso de parto desde un espejo o elegir la postura que resulte más cómoda a la mamá para dar a luz, siempre y cuando las condiciones lo permitan.
No administran enema ni realizan rasurado y la episiotomía se realiza de manera restrictiva y no generalizada como suele suceder en otros centros. La madre tiene la posibilidad de establecer un plan de parto, donde exponga todas las condiciones que considere que deben respetarse. Este plan de parto se facilita después al equipo médico que la atiende en el alumbramiento.
Ayer, sin ir más lejos, estuve hablando con una amiga que dio a luz en el hospital de Fuenlabrada en Septiembre y está muy contenta. Me comentó que lo mejor de todo fue que desde el primer instante, tuvo a su hija con ella, todas las pruebas que se realizan al recién nacido las hicieron sin separarlas. Y, el resto de pruebas (como la del talón o la auditiva) se realizan en la misma habitación, vamos, que ella no perdió de vista a su hija ni un segundo durante el tiempo que estuvo ingresada. Y tuvo la suerte de estar en una habitación individual, pues a pesar de ser un hospital público, cuenta en maternidad con un número de habitaciones individuales.
Tengo claro que este parto no va a ser como el primero y que quiero disfrutar de esos primeros momentos con mi hijo. ¡Ya os contaré!

martes, 7 de febrero de 2012

Ecografía 4D

Ayer me hicieron la ecografía 4D y he de decir que estoy encantada. Con nuestra hija también la hicimos, pero el hombre que nos la hizo no tenía nada que ver con la ecógrafa de ayer. En nuestro caso, íbamos además pensando en ver cómo había ido el crecimiento de nuestro hijo estas casi dos semanas desde la anterior ecografía, así que teníamos muchas ganas de verle.

Bueno, la prueba me la hice en el Gabinete Médico Velázquez, en Madrid, así que todo lo que diga, aunque puede ser extensible al resto de clínicas donde realicen esta ecografía, es específico de este centro.

La ecografía 4D es una ecografía tridimensional en tiempo real. Permite visualizar mejor algunas malformaciones fetales diagnosticadas en 2D (sobre todo las que afectan a la superficie fetal), estudiar el comportamiento del feto y ayuda a establecer mejor los vínculos psicoafectivos de los padres hacia el hijo que van a tener.  Esta ecografía precisa una serie de condiciones que, en ocasiones, no se dan: ventana de líquido adecuada, posición fetal correcta, etc., por eso se considera como período óptimo el comprendido entre la semana 25 y la 30 de gestación). Siempre se intentará hacer la ecografía 4D y habitualmente se consigue, pero en caso de no poder, se hace una 2D completa. Los precios establecidos son:
- 250 euros: ecografía 4D gemelar.
- 150 euros: ecografía 4D.
- 90 euros: ecografía 2D.

Esta ecografía no está cubierta por el seguro ni por la seguridad social al no ser una prueba obligatoria ni solicitada específicamente por el ginecólogo.

En nuestro caso, la doctora que la realizó (Bermejo) estuvo 40 minutos con nosotros, intentando que le viéramos lo mejor posible (estaba con la mitad de la cara pegada al útero y sólo podíamos verle el perfil), diciéndome que me moviera hacia un lado, hacia el otro, en fin, de todas las maneras para intentar que él se despegara un poco. Pasado ese tiempo, me dijo que me fuera a comer algo de chocolate y que volviera. Tras esto, estuvo otros quince minutos intentándolo y sí que pudimos verle bastante bien. Con la eco de nuestra hija, estuvimos 20 minutos y el hombre no se tomó tantas molestias ni de lejos.

Nos entregaron un DVD con todas las imágenes que había captado (más de 100) y seis vídeos, una pasada, porque con nuestra hija fueron 10 fotos y un vídeo.

Nos explicó todo con detalle y más aun cuando supo los antecedentes que teníamos. Salimos de allí muy tranquilos, porque nos comentó que todo se veía perfectamente bien y que el crecimiento, si no era exacto al tiempo de embarazo, estaba muy aproximado. Lo único es que estaba delgadito (pesa aproximadamente 840 gramos), pero que no nos agobiáramos porque teniendo en cuenta el peso de nuestra hija al nacer (2900 gr) lo más probable era que nuestro pequeño naciese delgado también.

Realmente mereció la pena, le vimos sonreir, abrir y cerrar los ojos y la boca, chuparse el dedo de la mano y del pie... increíble.

lunes, 30 de enero de 2012

Las pruebas en el segundo trimestre de embarazo - Parte I

Con este embarazo me están haciendo muchas pruebas y la entrada sería muy larga, así que he pensado en dividirla en dos.
Si se trata de un embarazo normal, básicamente las pruebas que se tienen en este trimestre son la ecografía de las 20 semanas, analítica y prueba del azúcar. Estas pruebas también me las han hecho a mí, además de otras que contaré a continuación.
A las 16 semanas me hicieron una ecocardiografía fetal para ver el desarrollo del corazón. Esta prueba se diferencia de una ecografía normal en que se centra sólo en el estudio del corazón, no miran nada más. Ignoro si la máquina para hacer la ecografía es diferente a las que se utilizan en las de control, pero lo que sí que cambia es la persona que la hace. En este caso, la realiza un pediatra. En el gabinete donde me llevan el embarazo no hacen este tipo de ecografías, así que la hice en el hospital montepríncipe de Boadilla. Salí muy contenta porque la pediatra dedicó mucho tiempo en ver el corazón de mi pequeño, estuvo casi media hora mirando cada milímetro y eso que no debe ser nada fácil. En esa semana el bebé no debería medir más de 12 centímetros, así que imaginaos el tamaño que debería tener el corazón. Aunque cuando mejor se ve todo es en la ecografía de las 20 semanas, la pediatra nos comentó que si hubiera alguna cardiopatía grave, se habría visto en esa eco, así que nos quedamos muy tranquilos.
La siguiente prueba es la ecografía de las 20 semanas. Esta ecografía es de las más importantes en este trimestre, pues se hace un estudio morfológico completo del bebé. Aquí las mamás nos podemos quedar ya más tranquilas, porque nos dicen si el crecimiento fetal es el adecuado y cómo está cada órgano. Además, ya nos podrán decir el sexo del bebé. En esta ecografía también se toman su tiempo, en mi caso estuvieron como 20 minutos o algo más, también porque tenían que mirar un poco más teniendo en cuenta los antecedentes.
En la semana 23 o 24 se hace la prueba del azúcar junto con la analítica del segundo trimestre. La prueba del azúcar consiste en realizar una primera extracción de sangre, beberse una botella de glucosa (que está fresquita y sabe a naranja, riquísima, al menos para mí) entre 5 y 8 minutos y, una vez bebida, esperar una hora sin moverse, tras la que se realiza una segunda extracción de sangre. De esta forma evalúan la posibilidad que tienes de padecer diabetes gestacional. Si esta prueba da positiva, hay que volver a hacerla, pero esta vez en lugar de estar una hora, se están tres. Por suerte, en ninguno de mis dos embarazos he tenido que repetir la prueba, siendo mis niveles de glucosa muy buenos.
En la semana 24 me realizaron una ecografía de control para ver qué tal iba el  bebé. Todo parecía que estaba bien, el corazón así como el resto de órganos estaban correctamente formados. El problema que han visto en esta ecografía es que la edad del bebé no se corresponde con la edad gestacional, es decir, las medidas que tiene son de una semana menos. Así que ahora mismo estoy de baja, haciendo reposo, para que el bebé crezca. Dentro de tres semanas tengo que hacerme una ecocardiografía, una resonancia magnética fetal y otra ecografía de control para ver si el bebé ha crecido correctamente.
Aunque nos han dicho que no nos agobiemos, la verdad es que sí que piensas un poco más en los motivos por los que el pequeño no ha crecido como debería. Si el embarazo fuera normal, no le habrían dado la mayor importancia, pero al haber tenido una TN aumentada tienen que ir con mil ojos.
En fin, paciencia…

viernes, 23 de diciembre de 2011

Biopsia corial

Esta es una de esas pruebas de las que no había oído hablar en mi vida. Al contrario que la amniocentesis, que sí la había escuchado en más ocasiones, cuando escuché el nombre de esta prueba era como si me estuvieran hablando en chino. En realidad, todo lo que vino después de la ecografía de las 12 semanas a mi me sonaba a chino: ¿translucencia nucal?, ¿biopsia corial? ¿trisomía 21? Como mi anterior embarazo fue absolutamente normal, era todo totalmente nuevo y nos pilló desprevenidos. Cuando una va a la ecografía de las 12 semanas no piensa que le van a decir que puede haber algo mal en el embarazo. Pero vayamos a la prueba.
Esta prueba es, al igual que la amniocentesis, una prueba invasiva que se realiza entre la semana 11 y 14 de embarazo. Esta es una de las diferencias que hay con la amniocentesis, que sólo puede realizarse a partir de la semana 15 de gestación. La segunda diferencia es la ubicación de donde toman la muestra para el estudio: en la biopsia corial esta muestra se toma de la placenta mientras que en la amniocentesis se toma del líquido amniótico. Por lo demás (y por lo que he leído y me han contado quienes han pasado por la amniocentesis) el procedimiento  para obtener la muestra es el mismo en ambas pruebas y el tiempo de obtención del resultado también. Lo que sí es cierto, es que parece que con la biopsia corial hay algo más de riesgo de aborto que con la amniocentesis pues, todo esto según me dijeron en el ginecólogo, es una prueba algo más “novedosa”, lleva menos tiempo practicándose, pero aun así el porcentaje no es muy elevado y hay muchos ginecólogos que llevan mucho tiempo haciendo esta prueba. En el consentimiento que tienes que firmar antes de someterte a la prueba, te informan de los riesgos que ésta conlleva, como son:
a) Punción fetal.
b) Punción del cordón umbilical.
c) Rotura de la bolsa de aguas.
d) Inducción de aborto (2%).
e) Parto prematuro.
f) Traumatismo fetal.
g) Infección amniótica.
h) Pérdida fetal.
i) Hematoma retro o intracoriales.
j) Sangrado vaginal (40-50%).
k) Formación de bridas amnióticas.
Bien, esta prueba, si el embarazo lo estáis llevando por la seguridad social, es gratuita, claro. Pero si lo lleváis por privado, puede que vuestra aseguradora o vuestro tipo de seguro no la cubran. Este fue mi caso. La biopsia la realicé en el hospital Montepríncipe de Boadilla, en Madrid, con el doctor Jiménez, porque mi ginecóloga me comentó que había muy buenos ecógrafos allí y que los ginecólogos que hacían esta prueba llevaban muchos años practicándola. Así que fui directa a ellos, la verdad es que no miré en más centros. Allí la prueba costó aproximadamente 500 euros. Este importe cubre el estudio del cariotipo completo, lo que significa que tardará un mínimo de tres semanas en estar disponible. Digo mínimo porque en mi caso ha sido el doble, han tardado seis semanas en darme los resultados completos. Esto dependerá de lo rápido o lento que crezca la muestra de ADN, y frente a eso nadie puede hacer nada. Si queréis un resultado preliminar, en el que os informarán de las principales anomalías cromosómicas (esto es, trisomía 21, trisomía 13 y trisomía 18), tendréis que pagar 175 euros adicionales. Estos resultados suelen estar en las siguientes 48 horas laborables.
La duración de la prueba en sí es de unos 5-10 minutos, que parecen mucho más, claro. El ginecólogo empieza haciendo una ecografía para determinar la localización de la placenta y ver si la prueba debe hacerse por vía abdominal o vaginal. Esta parte es muy importante, porque tienen que localizar exactamente el punto donde realizar la punción. Creo que es en lo que más tardó el ginecólogo pues se aseguró muchísimo de dónde tenía que sacar la muestra. Una vez encontrado el punto exacto, limpian bien la zona y proceden a aplicar la anestesia. Esto es un pinchacito que se nota, pero como se puede notar cuando te hacen una analítica. Imagino que también dependerá de cada mujer.
Después, tal y como me dijo el ginecólogo, lo más importante es no moverse e intentar respirar despacio. Cuanto menos movimiento haya muchísimo mejor. Me dijo que pusiera la mano en su antebrazo y que si me dolía le apretara, pero que ante todo no me moviera. Me comentó que notaría un pinchazo y luego una presión y que, una vez que hubiera llegado a la zona de extracción ya no notaría nada. Fue exactamente así, sólo que el pinchazo más fuerte lo noté internamente, imagino que cuando atravesaran el útero. Ese fue el momento más molesto. Después, cuando realiza la extracción, sí se nota, se nota algo muy extraño, podría decir que parecido a cuando te sacan sangre con una jeringa de las antiguas, de las que van echando el émbolo hacia atrás hasta llenar la jeringa.
Una vez terminada la extracción, te dan un algodón para que te presiones un poco la zona donde han pinchado y tienes que estar tumbada un ratito, otros cinco minutillos más o menos, mientras ellos analizan si tienen suficiente cantidad.
Después de esto, cuando ya puedes levantarte e irte, te advierten que es muy importante que hagas reposo absoluto 48 horas y luego poco a poco vayas volviendo a tu rutina. Pero las siguientes 48 horas sólo puedes incorporarte un poco para comer.
Lo peor de esas horas, hasta tener los resultados preliminares, es la espera y el tener tiempo libre para pensar y dar vueltas a la cabeza. Sin duda, esto es lo que hace que esas horas pasen tan despacio.
En los resultados preliminares te informan de las trisomías que comentaba anteriormente, en mi caso, descartándose las tres. Además te dicen el sexo del bebé, en mi caso XY, un niño. Estos resultados tienen una fiabilidad del 99.99%, igual que con la amniocentesis.
¿Qué ocurre cuando tienes una TN aumentada y no hay problemas cromosómicos? En este caso, hay que revisar con mayor atención el corazón, porque puede tener alguna cardiopatía. Por ello, con los resultados preliminares, fui a la consulta del doctor Jimenez en Montepríncipe Torrelodones (esta consulta sí la cubría el seguro) y allí me hizo una ecografía precoz del corazón. Estaba de 15 semanas y ya pudo ver que el corazón parecía totalmente normal. Lógicamente, cuanto más grande es el corazón mejor se ve, así que me comentó que, aunque todo parecía normal, era aconsejable realizar una ecocardiografía fetal en la semana 16 y esperar a la ecografía de la semana 20, donde se hace un estudio morfológico muy completo del bebé.
Me hicieron la ecocardiografía y vieron que todo estaba perfectamente, su corazón era normal. La ginecóloga que la realizó nos explicó que era posible que durante el embarazo surgiera alguna cardiopatía menor que sin ningún problema se corregía en el momento del nacimiento. Si hubiera habido alguna cardiopatía grave, se habría visto ese día.
Por tanto, sólo quería decir que el hecho de tener una TN aumentada no significa problemas. Cuando me lo dijeron, me dediqué a mirar en internet y encontré a muchas mujeres a las que les había pasado lo mismo y cuyos resultados, al igual que los míos, fueron positivos. Así que hay que intentar estar tranquilas y pensar que todo va a ir bien. ¡¡Animo!!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Las pruebas en el primer trimestre de embarazo


Como comenté en una de las entradas, prefiero hablaros de las pruebas que me están realizando en este segundo embarazo, porque el primero fue todo muy bien y las pruebas fueron las justas. En este embarazo, como ya iréis viendo, me hacen alguna más y creo que puede resultaros más interesante. Por supuesto, en un embarazo normal, sin ningún tipo de complicación, os harán también casi todas las pruebas que aquí comento.
Bien, lo primero de todo es saber si estamos o no embarazadas. Esto se puede hacer tranquilamente con una prueba de embarazo de las muchas que hay en el mercado. En mi primer embarazo utilicé la marca Predictor y en el segundo ClearBlue. Este último es digital y te dice además el número de semanas de gestación que llevas. Me resultó muy curioso. Esta prueba conviene realizarla cuando ya tenemos algún día de falta, hacerlo antes puede llevarnos a obtener un falso negativo, porque los niveles de la hormona GCH son todavía bajos. Esta hormona se produce durante el embarazo y su nivel de concentración aumenta según vayan pasando los días de retraso. Llega a alcanzar un punto máximo de concentración y luego, si no me equivoco, comienza a disminuir. Sin embargo, hay pruebas de embarazo muy sensibles a esta hormona y pueden detectarlo días antes de la primera falta. Puedo decir que ClearBlue es una de ellas, yo me la hice dos días antes de la falta y ya la detectó. Eso sí, os aconsejo que lo hagáis por la mañana, con la primera orina a ser posible, pues la concentración es mayor en este momento.
Lo siguiente que hay que hacer es pedir cita con el ginecólogo. Normalmente suele ser bueno esperar un poco (aunque sé que en esos momentos lo que más nos apetece es ir corriendo a ver cómo va todo), al menos hasta la séptima semana, porque antes puede no verse ni escucharse nada y nos iríamos a casa preocupadas. En mi primer embarazo fui con siete semanas y se escuchaba perfectamente el corazón. En el segundo, se me fue un poco, y ya estaba de nueve, así que aun se le veía mejor. En esta visita hacen una ecografía vaginal para confirmar que, efectivamente, hay embarazo y que el embrión está bien posicionado y vivo. Aquí también pueden ver si hay uno o más de uno. Después de esta visita, nos dirán que pidamos cita para la ecografía de las 12 semanas, la analítica del triple screening y para una analítica normal, de sangre y orina generalmente. En esta analítica nos dirán, entre otras cosas, el grupo sanguíneo y si hemos pasado o no la toxoplasmosis. De no haberla pasado, tendremos que tener cuidado y no comer embutido ni carne cruda, lavar muy bien fruta y verdura, etc. Si tenéis gato, no hay problema, lo único es que no conviene que vosotras limpiéis la tierra y, si tenéis que hacerlo, podéis utilizar guantes. Lo digo por experiencia, mis padres tienen una gata y siempre que voy a casa la cojo, la acaricio y juego con ella.
Las pruebas más importantes en el primer trimestre son, sin duda, la ecografía de las 12 semanas y el triple screening (o eba screening). Si estáis siguiendo el embarazo a través de una clínica privada, en función de la aseguradora con la que estéis, es probable que tengáis que autorizar la analítica (en mi primer embarazo estaba con Adeslas y tuve que hacerlo, pero en este estoy con Aresa y no ha sido necesario).
El triple screening es una analítica que mide la concentración de tres sustancias concretas y sirve para detectar si el bebé puede tener algún problema (alguna anomalía congénita y genética). No hace falta ir en ayunas y la forma de proceder es igual que con una analítica normal. Un pinchazo y para casa. Los resultados están en una semana y se muestran en porcentajes.
Si queréis más información de esta prueba podéis encontrarla aquí: http://www.babycenter.es/pregnancy/pruebas_prenatales/analisis_triple_marcador/#5
En la ecografía de las 12 semanas se miran determinados marcadores ya establecidos para comprobar si todo es correcto. Estos marcadores son, por ejemplo, la translucencia nucal, el tabique nasal, el ductus venoso, etc. Uno de los marcadores más importantes es la translucencia nucal. Consiste en la medición de un espacio que se encuentra en la zona posterior de la nuca del feto. Un valor normal estaría por debajo de 2 mm. Un valor aumentado puede indicar alguna anomalía cromosómica o bien alguna cardiopatía. Normalmente está asociado al Síndrome de Down. Sin embargo, tener un valor de TN (translucencia nucal) elevado no significa necesariamente que el bebé vaya a tener algún problema. Estos valores no dejan de ser estadísticos y lo que hacen es avisarnos de que debemos observar algo más. Por ejemplo, para una translucencia nucal aumentada entre 3 y 4.4 mm hay un 70% de probabilidades de que el bebé no tenga ningún problema durante el embarazo y nazca sano. Os quiero comentar esto porque en mi caso la TN fue de 4.5, bastante elevada, así que nos lo pusieron todo bastante negro. La ginecóloga que hizo la ecografía nos dijo que había un 70% de probabilidades de que el bebé tuviera algún tipo de problema cromosómico (no sé si es que se confundió o qué, pero ya veis la diferencia entre lo que nos dijo y lo que me comentó la ginecóloga que ayer me hizo la eco de las 20 semanas) y que sentía tener que darnos tan malas noticias.
Con un valor tan aumentado, tal y como me dijeron después en consulta, podía hacerme la triple screening pero los resultados iban a salir alterados de todas formas. Cuando ya tienes un valor así, muchas veces el ginecólogo puede decirnos que carece de sentido hacerse la analítica. Por cierto, los resultados de la mía fue que tenía una posibilidad entre 50 de que el bebé tuviera Síndrome de Down.
Me recomendaron hacerme la anmiocentesis o la biopsia corial para descartar problemas cromosómicos. Si no había nada malo a ese nivel, le controlarían más el corazón, por si tuviera alguna cardiopatía. De la biopsia corial hablaré en otra entrada, me parece que merece un comentario sólo para ella.

Los productos del embarazo

Cuando nos quedamos embarazadas, muchas pensamos si podemos seguir aplicándonos los mismos productos que utilizábamos hasta saber que estábamos en estado. Pues bien, si vosotras sois de las que usáis cremas anticelulíticas, lamentablemente tenéis que dejar de hacerlo estos meses. Yo no las utilizaba, pero recuerdo que en el primer embarazo pensé que, si iba a engordar entre 9 y 11 kilos (era la media, según internet, pero al final sólo engordé 5) seguramente me saldría más celulitis y estaría bien combatirla. Pero no, no se puede. Tienen algunos componentes que están contraindicados durante el embarazo.
Sin embargo, sí existen algunas cremas que podemos utilizar para prevenir y/o evitar las temidas estrías o bien para preparar el pezón para la lactancia. En mi caso, probé ambos productos de la casa Carreras, os detallo un poco cada uno:
1.       Trofolastin Elasticity Antiestrías eCarreras.

Sin duda, bajo mi punto de vista, el mejor producto para el embarazo. Tiene un envase de 250 ml y su precio varía en función del sitio donde lo compréis pero creo que cuesta entre 21-26 euros. Realmente cunde mucho, por ejemplo, yo lo compré a principios del mes pasado, lo utilizo cada día dos veces (mañana y noche) y aún me queda la mitad aproximadamente. Es cierto que los primeros meses de embarazo se aplica menos cantidad y, a medida que la barriga va en aumento, aumenta también la cantidad. Para que os hagáis una idea, al final de mi primer embarazo venía utilizando un bote mensual. El último mes tuve que comprarme dos, pero del segundo utilicé menos de la mitad. El resto se lo di a una amiga que se quedó embarazada cuando yo di a luz.
Con esta crema no me salió ni una sola estría, es cierto que yo no tuve mucha barriga y en este embarazo voy por el mismo camino, pero la chica que me la recomendó sí llegó a tener una buena barriga y tampoco tiene estrías. Yo la aplicaba por la barriga, el pecho (sin tocar areola ni pezón, claro) y por lo que yo llamo “riñonada”, es decir, un poco por la parte de baja de la espalda, porque noté (igual que en este embarazo) que la grasa se estaba acumulando también en esa zona.
Tiene que aplicarse dos veces al día, yo lo hacía cuando me levantaba y antes de acostarme y aconsejo que empiece a utilizarse cuanto antes mejor. En mi caso, empecé a las 12 semanas aproximadamente en ambos embarazos.  No mancha, se absorbe rápidamente y no huele.
2.       Trofolastín Cuidado del pezón eCarreras.

Este fue otro de los productos que utilicé durante el embarazo, pero, a diferencia del anterior, puedo asegurar que a mi no me hizo ningún efecto.
Este producto, en principio, sirve para prevenir la aparición de las grietas durante la lactancia. Se supone que prepara el pezón para la succión, no sé si aumentando la elasticidad o qué hace exactamente. También tiene que aplicarse dos veces al día, yo lo echaba junto con la crema antiestrías.
El mismo día que nació mi hija me salieron grietas en el pezón, algo que no desapareció hasta dos meses después, pero esto lo comentaré más en detalle en otra entrada, porque los primeros días/semanas/meses (en algunos casos) de lactancia pueden llegar a ser muy difíciles.
Este tarro es más pequeño, creo que 50 ml, pero cunde mucho también, tienes que echar muy poca cantidad y aplicarla en el pezón con un masaje hasta que se absorbe por completo. En este embarazo no la estoy utilizando porque sigo dando el pecho a mi hija mayor, pero, aunque no lo estuviera haciendo, no volvería a comprarla por lo que he comentado anteriormente. Creo recordar que sólo compré un bote en todo el embarazo y me sobró.

Estos son los dos productos de los que quería hablar, espero que os sirva y que os ayude a decidir en un momento dado.