Cuando estás embarazada siempre te dicen que aproveches para dormir antes de que nazca el peque, porque después las horas de sueño están contadas. Esto es una realidad a medias, pues hay niños que desde bien pequeñitos son capaces de dormir varias horas seguidas. Lo que no hay que pensar es que, desde que nacen, ya deben dormir lo que los adultos consideramos "del tirón toda la noche", esto es, desde las diez hasta las ocho de la mañana. Esto difícilmente podrá hacerlo un bebé recién nacido, es más, seguramente no lo haga con un año ni con dos... Y, aunque conoceremos a mucha gente que tenga hijos que duermen muchas horas seguidas, no debemos preocuparnos ni extrañarnos si nuestro hijo no es capaz de aguantar lo que nosotros consideramos que debe aguantar. Los ciclos de sueño de un bebé o niño no son iguales a los de un adulto hasta que alcanza los seis años aproximadamente. Hasta ese momento, su ciclo es diferente, lo que favorece los despertares nocturnos. Recomiendo la lectura del libro "Dormir sin lágrimas" de Rosa Jové para entender un poco más los patrones de sueño de nuestros hijos.
Sin embargo, hay revistas, libros, conocidos, etc., que nos dicen que podemos enseñar a nuestro hijo de dos meses a dormirse él solito en la cuna y que, si se despierta, vuelva a dormirse sin necesidad de que estemos con él. Esto, así de entrada, a mi ya me resultaría sospechoso. ¿Enseñar a dormir a un bebé de dos meses? Es más, ¿qué es eso de enseñar a dormir? El dormir no es algo que tenga que aprenderse, es un proceso que va madurando a medida que lo va haciendo nuestro hijo. No se enseña a dormir de la misma manera que no se les enseña a respirar o a tragar, creo que es algo que el niño ya sabe hacer, lo único es que lo hace de forma diferente a como lo hacemos nosotros. El problema muchas veces no es que el bebé no duerma bien, es que no duerme como nosotros queremos que lo haga.
En esta línea (la de enseñar a dormir al bebé desde que, prácticamente, salen del vientre materno) se encuentra el libro Duérmete niño, de Estivill. He de reconocer que no lo he leido completo, sólo algunas partes, pues no comparto en absoluto las opiniones de este hombre. Bajo mi punto de vista, dejar llorar a un bebé de dos o tres meses hasta que vomite o se golpee contra la pared me parece una crueldad.
En el siguiente artículo, se desmontan los criterios de Estivill por una pediatra, está muy bien.
Desmontando a Estivill
Espero que poco a poco el éxito que tiene este libro comience a descender y que, si un niño o bebé llora, los padres sepan que pueden (y deben) consolarlo porque por hacerlo no le estan causando ningún daño irreparable.
¡Dulces sueños!
Me parece de una irresponsabilidad total afirmar todo lo que se dice sobre el "duermete niño" y los padres que lo aplican. Mi niña duerme sola desde los 8 meses, feliz, a oscuras, muy contenta nos dice adios con la manita y se duerme de un tirón. Hicimos caso a un médico especializado en el sueño (parece que eso no tiene ningún valor) Mi hija aprendió a dormir sola en 4 días. Sí, "aprendió" a dormir. La psicología es relativa, los estudios clínicos, científicos o cómo les quieran llamar sobre la importancia del sueño tranquilo y de un tirón, es que no importan nada?? A mi hija no le falta cariño ni amor. Durante el día. Durante la noche: duerme (dormimos). Y agrego, precisamente el libro explica qué se hace para que las lágrimas del niñó sean por capricho, no por abandono. La defensa de cualquier método que defienda complacer los caprichos de un niño, eso sí que es irresponsable. Y lo de consolar a un niño de madruga, muy bonito, aunque acabe con más de un matrimonio.
ResponderEliminarAntes de nada quería agradecerte el haber entrado en mi blog, leído el artículo y comentarlo!!
EliminarCon este artículo lo que pretendía era dar el punto de vista de una profesional en pediatría que se estaba encontrando con muchos casos de niños con problemas derivados de la aplicación de los métodos publicados en este libro. He de añadir que no estoy a favor de estos métodos, un bebé de dos, tres, cuatro, cinco meses que llora no lo hace por capricho, si no por una necesidad que debe ser atendida (hambre, sed, dolor, molestia, compañía, miedo). El señor Estivill es capaz de afirmar en su libro que el bebé puede llegar incluso a provocarse el vómito o a golpearse con la pared o los barrotes de la cuna y que la madre debe ignorar esto porque sólo lo hace para conseguir que le consuelen. Eso suena muy, muy mal.
No se trata de complacer los caprichos de un niño, creo que si un adulto llorara por la noche, acudiríamos a ver qué le pasa sin dudarlo, no pensaríamos que lo hace con maldad, para fastidiarnos o por captricho. ¿Por qué con un bebé debe ser diferente? Probablemente ellos nos necesiten mucho más que un adulto pero, curiosamente, son los peor parados en este tipo de cuestiones.
Y por último, si un matrimonio se acaba porque se consuela a un hijo... desde luego quien menos culpa tiene es el hijo y es muy injusto que él tenga que pagar por ello.
De nuevo, gracias por entrar y dejar tu opinión!!
Gracias por contestar y agradecer mi opinión. Pero querría contestarle una vez más algunos matices. Me hace gracia lo tan sonado de los vómitos. Porque yo lo viví con mi sobrina, no por dormir, pero sí por ir atada en su sillita en mi coche. Pillaba tales berrinches que acababa vomitando. A mitad de camino tenía que detener el coche y limpiarla, así que lo de los berrinches y los vómitos me lo creo porque lo he vivido, aunque no lo haya hecho mi hija por dormir (que por cierto en ningún caso se dice en el libro por ejemplo, que no hay que limpiarle, más bien todo lo contrario). Pero la niña seguía atada, porque consideraba que era por su bien, porque había que viajar (y en otros casos, porque hay que dormir bien) Hay muchísimos libros, artículos, documentales, etc. donde queda clarísimo la importancia del sueño tal como lo entendemos los que aplicamos el método. Por eso, porque consideramos que es por su bien, lo aplicamos. Mi hija se duerme super feliz, sin traumas, sin miedos, y con un descanso gástrico tan recomendado por médicos especialistas, por cierto. Que se asegure que los niños tienen transtornos por aplicarles el método me sigue pareciendo una irresponsabilidad por parte de una profesional. En el libro se recomienda no aplicar el método en determinados caso, ¿no es posible, por ejemplo, que por simple desesperación, esos padres lo aplicaran igualmente, aún sin estarles recomendado por el propio autor? o más sencillo, ¿no puede haber otro motivo, no? A todos sus niños con transtornos se les aplicó el método, no? Y no les aplicaron ningún otro método, verdad? No les dieron muchos muchos besos, muchos muchos achuchones, no les acunaron hasta la desesperación a las tantas de la madrugada para dormirse, verdad? Directamente aplicaron el método porque disfrutan que el niño llore? Porque si fue esto último, ahí tiene la causa de sus trastornos. Y si no fue esto último, por qué la causa es el método que usted critica y no alguno de los otros que aplicaron? Porque por esa regla de tres todos los niños a los que se les aplico el método (miles) deberían vivir de psicólogos y no es así. O todos los pediatras y psicólogos deberían criticarlo, y tampoco es así. ¿También va a afirmar que son malos profesionales? Piense esto último antes de contestarme, y si lo hace, por favor, respondame mi última pregunta. Un saludo.
ResponderEliminarHola de nuevo. Sin problema, le contesto, pero seguramente podríamos estar hablando sobre el tema durante días y nunca llegaríamos a un acuerdo, este tema en particular es siempre motivo de polémica, como seguramente ya sabe. Voy por partes para no dejar nada.
EliminarLos vómitos: efectivamente, cuando un bebé o un niño llora muchísimo al final puede terminar vomitando. A mi hija mientras fue bebé no le ocurrió, pero sí cuando ha sido más mayor, no en muchas ocasiones, pero un par de ellas sí. Obviamente, hay situaciones en las que no es posible atenderles cuando lloran, como por ejemplo, cuando van en coche. Es mucho más peligroso distraerse en esos momentos que seguir y esperar a parar en un sitio seguro, aunque eso nos cueste un berrinche. Sigo pensando que con el sueño es diferente, pues atenderles en ese momento no supone un peligro para nadie. Por cierto, estaría bueno que en el libro el autor no dejara que se limpiara a un bebé que ha vomitado...
Me alegra que en su caso su hija no haya llegado a esos puntos y que sea una niña feliz. Y de verdad espero que así siga y no empiece a tener despertares nocturnos o pesadillas, miedos, que, por otro lado, son totalmente normales (todos los hemos tenido, ¿verdad?). Tengo una amiga que aplicó el método cuando su hija tenía dos meses y estaba contentísima, porque se quedaba tranquila en la cama cuando ella la dejaba y dormía del tirón. Pero cuando cumplió dos años la cosa comenzó a cambiar y ahora, que va camino de cuatro, sigue teniendo problemas para dormir plácidamente.
No sé si ha leído más artículos de mi blog, pero mi hija dormía del tirón ya con dos meses, jamás tuve que aplicar ningún método en particular para conseguirlo, simplemente, ella dormía así. Y así estuvo hasta los seis meses, que comenzó a despertarse. Y hemos tenido momentos muy duros, con muchísimos despertares nocturnos. Pero desde que yo empecé a estar en casa con ella, comenzó a dormir mejor, a despertarse menos, hasta el punto de que ahora, con poco más de dos años, duerme sola en su habitación toda la noche. No lo hace todos los días, porque algunos se despierta por el calor, con sed o asustada por algún ruido, pero en general está durmiendo bastante bien. Imagino que todos sus despertares se debían a la angustia por la separación, por otro lado, también normal a medida que los niños van creciendo y se van haciendo independientes. Eliminado el problema, el sueño empezó a ser mucho mejor.
Por supuesto que esos niños que tienen problemas no solo vendrán derivados de momentos en los que se les ha dejado llorar hasta caer rendidos, pero quizá tampoco ayudó demasiado. En realidad, este método no es nada nuevo, ya en los años 50 (o incluso antes) estaban las tablas que indica Estivill en su libro o las recomendaciones que él da para conseguir que el niño duerma de un tirón y solo.
No todos los niños a los que se les aplicó el método tendrían que vivir de psicólogos, lo mismo son personas algo más tímidas de lo normal o más cerradas o desconfiadas, pero nadie va al psicólogo por esto.
Y, con respecto a la última cuestión, cualquier tendencia o doctrina tendrá sus seguidores y sus detractores. Ocurre en cualquier ámbito: deporte, política, religión... Y más en estos temas, que las secuelas que puede llegar a haber no son físicas y, por tanto, son más difíciles de asociar. Me explico, las consecuencias que pueda haber de aplicar según qué métodos educativos no son inmediatas, se ven a largo plazo y, si no son buenas, ¿qué te hace pensar que ha sido por mi método y no por cualquier otra cosa? Le puedo poner otro ejemplo: está demostrado que la leche materna es lo mejor que se le puede dar a un bebé y, sin embargo, ¿cuántos miles de millones de biberones se venden hoy en día? ¿Cuántos profesionales de la salud están poco informados al respecto y recomiendan tomar un suplemento de leche artificial sin que sea necesario o sin mirar e intentar solucionar los problemas que pudiera haber con la lactancia?
Creo que no me he dejado nada... de nuevo, gracias por su opinión!!
Sólo tres cosas porque ninguna de las dos tendrá tiempo para seguir esto, pero considero que el qué lea esto debería saberlas.
EliminarPrimero, sigue insinuando que un futuro los niños a los que se les aplique el método pueden tener efectos futuros. Y diga lo que diga me sigue pareciendo una irresponsabilidad. Existe un estudio reciente que lo plantea, es verdad, pero que ni siquiera puede asegurarlo, curioso, sin embargo hay cientos de estudios que sí aseguran que la falta de sueño o un mal descanso, puede provocar en el niño comportamientos de aislamiento, angustia y actitudes agresivas (y copio y pego) al dormir, el organismo incrementa, entre otras cosas, la producción de sustancias que regulan y aumentan la respuesta inmunitaria, la regeneración orgánica, la síntesis de la hormona del crecimiento, la maduración neuronal, la regeneración de procesos mentales y de aprendizaje, así como el almacenamiento de la memoria a largo plazo. Hay muchas patologías de niños o de adultos relacionadas y comprobadas directamente con un mal descanso (no voy a exponerlo todo, pero se encuentra muy fácil en google). No hace mucho leí un estudio, creo que de la Universidad de Valencia, donde se aseguraba que uno de cada 3 niños no habían aprendido a dormir de forma natural (cosa que se empieza a conseguir alrededor de los 3 meses). Para los padres de ese porcentaje menor niños, que hemos probado durante meses (quitando por supuesto los primeros meses con toma nocturna necesaria) todo lo humanamente existente para que durmieran mejor y después de todos los intentos el que nos funcionó fue el método estivil (o llámese contar brevemente y con ejemplos un método de 60 años), pues bienvenido sea, porque nos cambió la vida. Nunca, y repito, nunca, hemos dejado a nuestros hijos desamparados, vomitados o dándose golpes, porque el libro lo diga (que ahí está lo más fuerte, porque no lo dice), han aprendido que simplemente pueden dormirse solitos, felices y sin miedos. Por tanto, analizando todos los efectos sí demostrados, que causan no dormir como dios manda tanto para los padres como para los niños, me parece tan importante que se les pase un berrinche en un coche como que se les pase el berrinche por dormir solos. Además agregar, que si se hubiera leido usted el libro (el colmo es que critique un libro que reconoce no leyó, que además es bastante corto y ameno de leer) sabría que expone una rutina muy sencilla y razonable para cualquier mente, para aplicar desde el principio a un bebé sin que el niño derrame ni una sola lágrima por dormir, realmente es muy interesante, así que le recomiendo su lectura. En resumen, yo personalmente recomiendo que los padres desesperados sí apliquen el método en la manera que consideren, porque los efectos sí demostrados de no dormir de un tirón pesan muchísimo más que los posibles efectos que ni siquiera (por muchas ganas que se pongan, que se ponen) consiguen demostrar. Los padres saben que tener que levantarse por las noches causa cansancio, falta de atención, mal humor, peligro al volante, bajo rendimiento en sus tareas diarias (incluyendo el cuidado de sus hijos evidentemente) etc., etc, pero deberían saber los efectos que tiene esas interrupciones (INNECESARIAS)en el sueño de un niño, pero eso a los que critican el método no les conviene ni saber ni dar a conocer. Y para concluir le cuento brevemente mi caso personal, desde muy pequeña me daban la mano hasta que me dormia porque me daba miedo la oscuridad, pues bien, con 37 años, no puedo dormir sóla, mire que buen trauma, pero no fui ni iré al psicólogo por ello, además soy tímida e introvertida por naturaleza. Le aseguro que mi hija es muy feliz, durante el día y durante la noche (como mis sobrinos adolescentes a los que se les aplicó el método), y si dios quiere, seguirá siéndolo. Y si de mayor es tímida e introvertida será porque sale a su madre, y a mucha honra. Un saludo.