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lunes, 26 de noviembre de 2012

El potingue o RKT


Como se hace el RKT



Tengo familia en EEUU, más concretamente en Alaska, y gracias a ellos desde hace muchos años tenemos recetas de postres y chucherías típicas de allí (ahora, gracias a internet es sencillísimo acceder a ellas, pero hace 20 años era otro cantar). Una de esas delicias es una mezcla de nubes y cereales. Toda mi vida lo he llamado “el potingue” y, cuando algún amigo me ha pedido la receta, siempre se ha referido a ella por el mismo nombre.


Hace relativamente poco tiempo descubrí que este “potingue” se utilizaba con bastante frecuencia en la repostería creativa, pues es muy ligero (en cuanto a peso), se puede modelar y forrar con fondant y da muchísimo juego, amén de estar absolutamente delicioso. Este “potingue” es en realidad el famoso rice krispies treats o RKT (seguramente cuando mi prima lo hizo la primera vez utilizaría este nombre, pero como para que una niña de 10 años se acordara…). En EEUU lo comercializan en bolsitas individuales y se hace con los famosos malvaviscos de color blanco cuyo sabor nada tiene que ver con las nubes de aquí.


En las recetas que he visto por internet, se suele hacer en el microondas, pero yo aquí voy a poner la receta que siempre hemos hecho en casa, la misma que en su día me dio mi prima.


He de decir que jamás he pesado los ingredientes, todo lo hago a ojo, pero recuerdo que mi prima nos dijo que para 20 esponjas (recordad que las esponjas eran alargadas, grandecitas, no como ahora que las encuentras de todas las formas y colores) se debía utilizar aproximadamente medio paquete de cereales. 


INGREDIENTES


Nubes (yo utilizo siempre las de Alcampo, bolsas de 200 gramos. Las blancas acaban siendo fondant y las rosas terminan siendo “el potingue”).


Mantequilla.


Leche.


Cereales Krispies (los de los tres duendecillos). Los podéis hacer con los de chocolate también.


PREPARACIÓN


En una cacerola echamos la mantequilla (para 100 gramos de nubes, fácilmente se le pueden echar cuatro cucharaditas de las de café). Ponemos las nubes junto con la mantequilla (o bien primero fundimos un poco la mantequilla y luego agregamos las nubes). Se tiene que poner a fuego no muy alto porque las esponjas se queman con mucha facilidad. Vamos removiendo continuamente para que no se pegue ni se queme y se vaya fundiendo.


Llega un momento en el que las esponjas están más derretidas y pegadas entre sí, como un mazacote. En ese momento, agregamos un chorrito de leche, muy poquito, una o dos cucharaditas aproximadamente, lo suficiente para que se deshaga el mazacote que se ha formado y ayudemos a que se fundan mejor.


Cuando estén fundidas del todo, retiramos la cacerola del fuego y vamos añadiendo los cereales poco a poco, porque para añadir más si vemos que nos falta siempre hay tiempo, pero lo que no vamos a poder hacer es añadir más esponjas derretidas.


Al final nos encontraremos con una mezcla pegajosa en la que veremos “hilitos” de la nube fundida entre los granitos de arroz inflado. Esa sería la consistencia que hay que buscar. Hay que tener en cuenta que cuando se enfría se endurece muchísimo.


Lo pasamos a un molde de cristal (por ejemplo, un pirex) y lo extendemos con las manos. Si lo queremos utilizar para modelar, éste es el momento, después se queda muy duro y para según qué cosas no podremos hacerlo. Otra opción es dejar que se endurezca y después cortarlo con un cuchillo para darle la forma deseada. O, simplemente, dejar que enfríe un poco y… ¡¡a comer!! Madre mía, esto es casa es un peligro, yo soy peor que los niños y es empezar y no parar… ¡¡Tenéis que probarlo!!


Os dejo el link a mi primer video tutorial!! Perdonad los fallos, es que es el primero!! La cantidad utilizada son 45 gramos de cereales, no tenía más, pero le faltaba más cantidad, quizá con unos 55 o 60 gramos hubiera quedado mejor aun. Espero que os sea de utilidad…

sábado, 24 de noviembre de 2012

El bizcocho de chocolate más rico del mundo

Tarta militar de chocolate

Hace mucho tiempo que no escribo en el blog, lo tengo bastante abandonado, pero como ya sabéis, desde mayo hay un nuevo miembro en la familia y si un niño ya te quita tiempo, os podéis imaginar el tiempo que queda cuando son dos. Y he tenido mucha suerte y tengo un niño que, aunque es un brutote y no para mientras está despierto, suele dormirse varias veces al día y como muy tarde a las nueve y media ya está muerto de sueño.

Pero ese no es el motivo de esta entrada, quería compartir con vosotros este descubrimiento que estoy segura que hará que cambiéis de tarta preferida. Creo que es la tarta de chocolate más deliciosa que he comido nunca. Queda jugosa, tierna, con un sabor a chocolate muy intenso y que no necesita relleno ni almíbar de ningún tipo. La descubrí por casualidad en el blog de Lara, del equipo de Tartacadabra y me decidí a hacerla en el cumpleaños de mi tío. Quería hacerle una tartita especial con motivos militares (él era militar) y me apetecía probar un bizcocho nuevo. Y este es… sin palabras.


INGREDIENTES

210 ml de café caliente

90 g de cacao en polvo

210 ml de agua fría

375 g de harina para bizcochos (en inglés: "cake flour")*

2 cucharadillas de bicarbonato

½ cucharadilla de levadura química

¾ cucharadilla de sal

225 g de mantequilla

450 g de azúcar

4 huevos grandes (L)

1 ½ cucharadillas de extracto de vainilla

*para obtener este tipo de harina sustituye 65 gramos de harina por maicena

Lo primero es precalentar el horno a 175 o 180 grados.

Después mezclar y tamizar la harina con la maicena, el bicarbonato, la levadura y la sal.

En un bol echamos la mantequilla (que deberá estar a temperatura ambiente) con el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa y homogénea.

Después mezclamos el café con el cacao hasta que se no haya grumos y añadimos el agua. No os preocupéis, la tarta no sabe en absoluto a café, pero no os podéis imaginar cómo potencia el sabor del chocolate.

Se añaden los huevos uno a uno (también deberán estar a temperatura ambiente). Yo echo uno, lo integro bien y después añado el siguiente. Se añade el extracto de vainilla y después se va echando una parte de harina y otra parte de cacao y se va me batiendo hasta que se integra todo. Lo hago con una maquina de varillas eléctrica.

Engrasar el molde con mantequilla y harina, añadir la masa y hornear durante aproximadamente 40 minutos (también depende del horno). Pinchad con un palillo y si sale limpio el bizcocho está listo.  

Con estas cantidades, da para un buen bizcocho. Yo en este caso lo hice en un molde rectangular de unos 27 centímetros.

Como digo, queda riquísimo incluso sin relleno. Yo sí lo rellené en este caso porque era para un cumpleaños, pero de verdad que no hace falta. ¡Probadlo y se convertirá en vuestro nuevo bizcocho de chocolate favorito!
Así quedó la tarta de chocolate de Whimsical. Realmente buena, rellena con un buttercream de merengue suizo con confitura de frutos rojos.

Aquí os dejo la entrada de Lara en su blog: Bizcocho de chocolate de Whimsical