Buscar este blog

lunes, 26 de marzo de 2012

Bizcocho bicolor

Bueno, pues ha llegado el momento de hacer el bizcocho. En mi caso, aunque había pensado hacerlo cuadrado, decidí en último momento dejarlo redondo (es como tengo los moldes) porque perdía mucho bizcocho y al final se quedaba la tarta muy pequeñita, y no sabría si me cabrían todos los muñecos.
Mi idea era hacer un bizcocho bicolor, que queda tipo cebra, como a rayas y así le daba un aspecto un poco más original. La receta del bizcocho es muy sencilla y es la que he hecho siempre, queda muy jugosa, muy rica y las medidas son muy fáciles de recordar. Poco a poco iré experimentando con otros tipos de pasteles.
En realidad, parece ser que, cuando se trabaja con bizcochos que van a ir con fondant y con peso, conviene que el bizcocho no sea esponjoso, porque puede no resistir bien el peso. En mi caso, no he tenido problemas haciéndolo jugoso, así que aquí os lo dejo.
·         Ingredientes.
3 huevos.
1 yogur de limón (natural, macedonia, plátano).
Harina.
Azúcar.
Aceite de girasol.
Levadura.

·         Preparación.
Lo primero es precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo.  
A continuación, tenemos que vaciar el contenido del yogur en un bol. Las medidas que vamos a emplear son las del yogur, así que lo primero es dejarlo vacío y limpio.

Cascamos los tres huevos en un bol y agregamos dos medidas de yogur de azúcar.


Batimos bien los huevos con el azúcar durante un buen rato. Se trata de que los huevos aumenten de tamaño y cambien de color, a una tonalidad mucho más clara. Con esto, se consigue que el bizcocho sea más esponjoso, pues se le añade mucho aire mientras se baten los huevos.


A continuación, añadimos el yogur y lo mezclamos todo bien. Si el yogur no es de sabores, lo que podemos hacer es añadir el zumo de medio limón o la ralladura del mismo, para darle un poco de sabor. Lo siguiente es añadir la harina. En total, tenemos que añadir tres medidas del yogur. Vamos añadiendo una a una, mezclando bien antes de añadir la siguiente y tamizándola previamente (pasándola por un colador). Cuando echemos una de las medidas de harina, añadimos también un sobre de levadura.

Cuando esté todo mezclado, añadimos una medida de yogur de aceite de girasol y lo mezclamos todo bien.
Cuando esté todo mezclado, separamos la masa en dos y a una de ellas le añadimos un par de cucharadas de chocolate puro valor en polvo, previamente tamizado.

Se trata de tener la misma cantidad de masa en los dos boles, aunque tampoco nos debemos obsesionar mucho con eso, ya veréis por qué.

Preparamos el molde del bizcocho. Para ello, lo engrasamos bien con mantequilla y le añadimos harina, removiendo bien para que todo el molde esté enharinado y así no se nos pegue la masa en el horno.
Añadimos una cucharada de masa “blanca” y, sobre ella, una cucharada de masa de chocolate.

Poco a poco, vamos añadiendo una cucharada de masa “blanca” y otra de chocolate, hasta que acabemos con ambas. Cada cierto tiempo, vamos moviendo el molde para que la masa se distribuya por igual por todos los lados. Al final, este será el resultado, poco más o menos.

Como comentaba antes, no pasa nada si al final tenemos más cantidad de masa de un color que de otro, en mi caso, terminé con mucha más masa de chocolate y se quedó todo el centro de choco, pero bueno, no hay problema.
Metemos el bizcocho en el horno y lo dejamos como unos 45 minutos. Pasado este tiempo, comprobamos si está terminado, pinchando con un palito. Si sale seco, la tarta está hecha. Si sale húmedo, lo dejamos un poquito más. Es importante que, antes de estos 45 minutos, no abramos el horno, para evitar que se baje el bizcocho.
¡Otro paso terminado!


domingo, 25 de marzo de 2012

Ganache de dos chocolates

En este proceso de preparación de la tarta de cumpleaños de mi peque, el siguiente paso a realizar es el relleno del bizcocho. Esto, al igual que cuando hice la tarta de cumpleaños de mi madre, se puede preparar unos días antes (dos, por ejemplo, es lo que he hecho yo) y eso que nos ahorramos.
El relleno va a ser un ganache de chocolate negro y otro de chocolate blanco, para que la tarta tenga los dos colores. La preparación es la misma, lo único que cambia es el chocolate.
·         Ingredientes.
Para el ganache de chocolate negro:
200 gramos de chocolate negro especial postres.
200 ml de nata (más del 35% de materia grasa).
Para el ganache de chocolate blanco:
200 gramos de chocolate blanco.
200 ml de nata (más del 35% de materia grasa).

En realidad es muy sencillo de recordar, porque para hacer un relleno con consistencia (como es en este caso) se trata de utilizar la misma cantidad de chocolate que de nata.
·         Preparación.
Ponemos en un bol el chocolate negro partido en trozos y en otro bol el chocolate blanco, también partido en trozos.

Ponemos en un cazo 200 ml de nata y lo ponemos a calentar, sin dejar que hierva. Cuando la nata esté caliente la echamos sobre uno de los boles y removemos hasta que el chocolate se deshaga del todo.
Una vez finalizado con un bol, hacemos lo mismo con el otro. Calentamos los 200 ml de nata correspondientes hasta que esté caliente, sin llegar a hervir, y lo echamos sobre el chocolate. Removemos hasta que se deshaga.
Cuando el chocolate esté frío, se tapa con papel film y se mete en la nevera. El día que vayamos a utilizarlo, lo sacamos unas horas antes, para que esté a temperatura ambiente y podamos trabajarlo sin problemas.

Lo que noté con el relleno de chocolate blanco es que se quedó bastante más líquido que el de chocolate negro.  
Esto tiene fácil solución. Cuando lo vayamos a utilizar y esté ya a temperatura ambiente, lo montamos con unas varillas hasta que adquiera la consistencia que queramos. El chocolate blanco tarda un poco más en montar que el negro, pero se queda perfecto, con una consistencia ideal para rellenar el pastel.
¡¡¡Rico!!!