En este embarazo lo tengo claro, voy a ir a dar a luz en el Hospital de Fuenlabrada que, además, es el que me corresponde.
Como comenté en la entrada El nacimiento de nuestra pequeña, a toro pasado, me doy cuenta de que no fue un parto como debería haberlo sido y, lo peor de todo no fue lo desatendidos que estuvimos, si no el hecho de que me separaran de mi hija nada más nacer y que no pudiera darle el pecho hasta tres horas después. Como esto no quiero que me vuelva a pasar, iré a este hospital.
Para quien no lo conozca o no lo sepa, el Hospital Universitario de Fuenlabrada fue galardonado por UNICEF como “Hospital Amigo de los Niños”. Esto significa que tiene como protocolo promover la lactancia materna desde el primer momento, favoreciendo a su vez el contacto piel con piel entre el recién nacido y la madre (ahora también en partos por cesárea). Además, fue el primer hospital de la comunidad de Madrid en obtener esta distinción.
Conozco a varias personas que han dado a luz allí y todas las opiniones han sido muy buenas. Aunque también me he encontrado con opiniones negativas navegando por la web, prefiero quedarme con las positivas. Entre las opciones que da a las futuras mamás este hospital está la de poder sacar al bebé, ver el proceso de parto desde un espejo o elegir la postura que resulte más cómoda a la mamá para dar a luz, siempre y cuando las condiciones lo permitan.
No administran enema ni realizan rasurado y la episiotomía se realiza de manera restrictiva y no generalizada como suele suceder en otros centros. La madre tiene la posibilidad de establecer un plan de parto, donde exponga todas las condiciones que considere que deben respetarse. Este plan de parto se facilita después al equipo médico que la atiende en el alumbramiento.
Ayer, sin ir más lejos, estuve hablando con una amiga que dio a luz en el hospital de Fuenlabrada en Septiembre y está muy contenta. Me comentó que lo mejor de todo fue que desde el primer instante, tuvo a su hija con ella, todas las pruebas que se realizan al recién nacido las hicieron sin separarlas. Y, el resto de pruebas (como la del talón o la auditiva) se realizan en la misma habitación, vamos, que ella no perdió de vista a su hija ni un segundo durante el tiempo que estuvo ingresada. Y tuvo la suerte de estar en una habitación individual, pues a pesar de ser un hospital público, cuenta en maternidad con un número de habitaciones individuales.
Tengo claro que este parto no va a ser como el primero y que quiero disfrutar de esos primeros momentos con mi hijo. ¡Ya os contaré!
Hola! He leido tu post y estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. A mi tambien me pertenece el hospital de fuenlabrada y estoy muy contenta por que tener tan cerca de casa un hospital que respeta todo lo que yo valoro me tranquiliza bastante, ya que es mi primer bebé. Saludos!
ResponderEliminarHola mamá dichosa!
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Tengo que decirte que el parto de mi hijo fue casi como yo quería, ninguna de las experiencias del parto anterior se repitió. Por desgracia, no pude sacarle yo ni verle en un espejo (que me consta, es algo que podías hacer, al menos antes) porque tuvieron que ayudarle con ventosa, pero por lo demás todo genial. Nada más nacer, me le pusieron encima y no me separé de él ni un segundo. Disfruta de la experiencia, porque es algo maravilloso y único.
De nuevo, gracias!
Hola!
ResponderEliminarQué suerte vuestros partos, parecen de película. Precisamente en este hospital tuve a mi hija hace 4 años. Entré con la bolsa rota a las 21:00, y me pusieron monitores. Sobre las doce, con contracciones seguidas y dolorosas, me llevaron a dilatación, ya estaba dilatada de 6cm y, tonta de mí,pedí la epidural. Todo se relajó, bajaron las contracciones, incluso me dormí. A las dos horas entró una matrona e hizo un tacto "la niña tiene un chichón en la frente, la estoy tocando la cabeza", y salió de la habitación. Se olvidaron completamente de mí, cambiaron de turno y a mi habitación no entraba nadie, mi marido de los nervios, por fin entró otra matrona, también tocó un supuesto chichón, me hicieron subirme a la cama y ponerme de rodillas y hasta de espaldas para favorecer que saliera la pequeña, pero no hubo forma, llevaba ya 12 horas allí y con la bolsa rota.
Por fin entró una matrona más mayor (dos horas después) y se puso como loca "rápido, hay que sacarla, cesárea YA".
Así que, me llevaron a quirófano, ya se me había ido el efecto de la epidural, me rajaron en vivo y me desmayé, estuve 8 horas en reanimación sin mi hija, que estaba con el papá, así que fue traumático y horroroso.
El trato de matronas y ginecólogos los 3 días q estuve allí fue pésimo, ninguna consideración conmigo ni con la bebé.
Así fue mi experiencia en el hospital de Fuenlabrada, lamentable.
Hola Anónimo,
EliminarLamento profundamente que tuvieras que pasar por algo así. El momento del parto debería ser una de las mejores experiencias de nuestra vida y siempre debería ser respetado y teniendo muy presente las necesidades de la mujer. Afortunadamente creo que las formas de actuación con las cesáreas está cambiando en muchos hospitales.
Gracias por compartir tu experiencia!
Vicky.