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sábado, 14 de julio de 2012

Soy lactivista


¿Qué es el lactivismo? Había visto en muchos blogs de apoyo a la lactancia materna y la crianza con apego el logo “SOY LACTIVISTA” y me imaginaba que tendría algo que ver con la lactancia, pero no sabía exactamente qué significaba. Bien, el lactivismo es la defensa del derecho del bebé/niño a ser amamantado y de la madre a amamantar, a demanda, en cualquier lugar, sin miradas ni comentarios de desaprobación y hasta que la madre y el niño lo deseen.


A simple vista, se puede pensar que cualquier madre que desee amamantar a su hijo puede hacerlo sin que nadie le diga que lo deje, pero la realidad es bien distinta. Las madres que amamantamos a nuestros hijos nos vemos, en muchas ocasiones, cuestionadas. Parece que tenemos que justificar continuamente nuestra decisión de querer dar el pecho. No, no estoy exagerando. Es cierto que las miradas y los comentarios no son los mismos cuando amamantamos a un bebé de seis meses que cuando lo hacemos con uno de año y medio o dos. Y, cuanto mayor es el niño, peores son las miradas y los comentarios. Un ejemplo, cuando alguien te ve dar el pecho a un bebé de dos meses, los comentarios suelen ser de este tipo: “Es lo mejor que puedes hacer”, “Pero mira como se agarra de bien y cómo come”, siempre acompañados de una sonrisita tierna y dulce. Sin embargo, cuando te ven dar el pecho a una niña de 27 meses, los comentarios suelen ser de este otro tipo: “Vamos, eso ya es vicio”, “¿Pero tan mayor y todavía con la teta?”, “Tú lo que tienes que hacer es comerte un buen filete”.


Lo que me resulta difícil de comprender es que  a esas personas no les pareciese mal que mi hija se tomara un vaso de leche de vaca recién ordeñada. Parece ser que la leche de otra especie animal es mejor que la de su propia especie. Esto es algo que nunca comprenderé. La leche de vaca está preparada para alimentar a un ternero, no a un niño y mucho menos a un bebé. Si mi leche es la ideal para mis hijos, tiene la composición correcta y está preparada para suplir con creces todas sus necesidades, ¿por qué resulta tan difícil de comprender que siga amamantándola?


Recuerdo que, cuando mi niña tenía 18 meses y la llevé a vacunar, le pregunté a la enfermera si había algún problema en que mi hija tomara leche, ya no en sola, sino en yogures o batidos, helados, etc. Me dijo que no había problema si quería darle un yogur, pero que no lo necesitaba si estaba tomando pecho. Ella actualmente come de todo, batidos de chocolate, leche con cola-cao, yogures… pero sigue con el pecho, así que yo estoy muy tranquila y no me preocupo por la cantidad de leche que se supone debería tomar al día.


Porque me gusta dar el pecho a mis hijos y porque a ellos les encanta tomar teta de mamá… ¡¡SOY LACTIVISTA!!